Testimonios

Empecé la terapia con Alazne después de ya haber trabajado con terapeutas que no usan regresiones. Soy una persona muy racional y científica y incluso ahora me es difícil creer realmente en otras vidas o en el contacto con espíritus o seres que ya no están. El caso es que la terapia me sirvió pero un gran sufrimiento y sentimiento de culpa seguía presente. Empecé con Alazne y me ha respetado en todo momento tanto el ritmo y la intensidad con la que he querido avanzar como mis creencias distintas en principio a lo que me planteaba. He hecho regresiones y he sentido como mi sufrimiento ha perdido mucha intensidad. Le agradezco su ayuda para ponerme en contacto con partes de mí que me asustaban o incluso rechazaba y sobre todo su paciencia y su respeto.

He podido dejarlo un tiempo para vivir más relajada y tal vez vuelva para seguir con los descubrimientos. Gracias
 
María Jesús Blasco Bailo

Mi nombre es Mariló… y el Universo puso en mi Camino hace unos meses de nuevo a Alas. Y digo de nuevo, porque en esta Vida aún no nos habíamos reencontrado. No hizo falta demasiado para reconocernos como antiguas Almas “compañeras de Viaje”, y… eso es lo que me gustaría destacar por encima de todo: había tenido experiencias anteriores, pero con Alas es “sentirte de nuevo en Casa” 💫💖💕🙏

Lo hace todo tan cercano y familiar, que realmente sientes que vuelves a reencontrarte con tu Alma, con tus Ángeles, Arcángeles, Maestros y seres queridos que nos acompañan desde el mundo sutil. En mi Viaje junto a Alas… reconocí a esos seres de Luz como mi auténtica Familia, el Arcángel Miguel, el Arcángel Metatrón, mis aitas, mis padres que desde el plano de la Luz me siguen acompañando y son certeza en mi Corazón 💫💖💕🙏

Mi pudor al sentirme pequeñita ante tanto AMOR y tanta magnificencia… se convirtió el algún momento de la canalización en divertidas y contagiosas risas desde el mundo sutil… Me encantó!!, nadie me había mostrado tanto AMOR a través del humor 😍😅🙏

Sentí que confían tanto en mí, que ni yo misma alcanzo a comprender, sentí que mi Propósito como Alma está siendo bendecido, que mi origen álmico está conectado a los Registros Akáshicos…y, que es tan hermoso desnudarse del ruido de la mente y de este “personaje”… para descubrir nuestra naturaleza, experimentar el AMOR que Somos, el AMOR que nos guía desde el mundo sutil… bendita experiencia!! 💫💖💕🙏

Un regalo para el Alma, vivirla junto a Alas… Descubrir lo bien acompañados que estamos y, desde esa comprensión, hacer de este Viaje una experiencia mucho más consciente y amorosa 💫🙏

Mil GRACIAS… mi querida compañera de tantas “aventuras álmicas”, GRACIAS por reconocerme de nuevo, y recordarme que todo está perfectamente conectado dentro del orden y los planes divinos 💫💖💕🙏

Mariló, de Vitoria-Gasteiz.

Mi nombre es Miriam, soy lingüista y tengo 31 años. Mi experiencia al haber abierto mis Registros Akáshicos con Alas ha sido bastante significativa. Antes de hacerlo, debo contestar que tenía un poco de miedo; no por la experiencia en sí, sino por la información que mis guías tenían para mí. Sin embargo, confié plenamente en la experiencia y acompañamiento de Alas y  simplemente me dejé guiar.

Las preguntas que preparé para esta actividad fueron bastante pensadas, es decir, no quería que ninguna duda quedara fuera y, esperaba que lo que me dijeran mis guías fuera enriquecedor. La verdad es que, así fue.

Al momento de comenzar la apertura de los Registros me encontraba un poco nerviosa, pero muy emocionada por poder contactar con aquellos planos a los que, sin saberlo aún, iba a acceder.

Siendo mi primera experiencia haciendo una Lectura de mis Registros no sabía muy bien con quiénes estaba hablando, pues si bien yo conocía a Alas, no sabía quiénes, a través de ella, me iban a dar un mensaje.

Para mi buena suerte, de los primeros seres que se presentaron fue la esencia y la energía de mi madre, quien hace 7 años había fallecido. Ella me comunicó la razón por la cual dejó que su enfermedad la consumiera, pero también me dijo cuánto me amaba y lo mucho que me protegía. Por otro lado, también tuve contacto con el que fue mi padre biológico, sin yo saberlo siquiera. Él se presentó, como lo describía Alas, con mucha vergüenza, tal sentimiento nacía de la pena de no habernos conocido. Siguiendo la Lectura de los Registros, hice preguntas acerca de mi relación, de mis planes profesionales y personales, así como de la sugerencia de algunos cuidados personales que mis guías me dijeron.

Toda esa información la fui apuntando en una libreta; justo para que no se me olvidara lo que ellos y ellas decían que, a través de la mediumnidad, se podía lograr.

Finalmente, mi madre me dio un mensaje, una forma de contactar con ella cuando lo necesitara, la cual consistió en el uso de un vaso de agua que tenía que beber antes de dormir, lanzando una pregunta que en su momento me aquejara.

Cuando recibí toda esta información me sentía muy serena y tranquila, confiando plenamente en que lo que se me decía, era verdadero y, sobre todo, para mi propio bien.

Finalmente, puedo decir que esta experiencia me enriqueció y gracias a ella me fui adentrando más en la meditación, para escuchar mucho más el mensaje de mis guías, y así vivir en este plano más seriamente y en el presente.

Miriam Aurea Marcial Manzola, de México.

Solo puedo decir que Alas me ha ayudado mucho. Le pedí una Lectura de Registros Akáshicos porque no sabía por qué estaba tan mal, siempre nervioso y asustado, la cabeza a punto de estallar. Es que no sabeis cómo me sentía antes, no me atrevía a entrar a los bares a tomar un café, ni compartía el ascensor con los vecinos. Como si no tuviera derecho.

Empecé terapia y gracias a Alas hoy entro en muchos sitios y me divierto, antes yo estaba cerrado y todos me cerraban las puertas.

También me ayudó a contactar con mi madre y con mi abuelo fallecidos y eso fue muy bueno para mi alma. Comprendí que tengo una herencia muy importante de ellos, que es la Geomancia, el Oráculo de la Tierra. Y Alas aprendió el oráculo para enseñármelo, porque tengo problemas para leer. Ahora me toca a mí practicar y seguir aprendiendo.

Lo que me enseñó sobre cómo vivir más tranquilo y ligero, eso sigue conmigo. Mis hijos lo ven y me dicen que estoy cambiado. Le doy las gracias para siempre.

Sory Ibrahima Savane, senegalés residente en Vitoria-Gasteiz.

La Lectura de Registros Akáshicos fue tan profunda y reveladora que, a día de hoy, cuando lo explico a mi gente, lo vivencio como si fuera ahora. Y fue un antes y un después para comprender dónde siempre me quedaba encallada y sufriendo en mi cotidianeidad. Gracias a su profesionalidad, determinación y sinceridad, me sentí evolucionar y «crecer» evolutivamente.

Gracias querida Alazne.

Yolanda Noguerol Cuesta, de Granollers.

La curiosidad natural del ser humano nos lleva a explorar los confines del mundo; no solo del mundo exterior a nosotros, sino del interior. La curiosidad nos hace aprender, vivir experiencias y, en ocasiones, nos permite poder aprender de nuestros errores y, yo lo sé, y me siento así, me siento una mujer curiosa y necesitada de aprender, de tener experiencias diferentes que llenen mi espíritu.

Hace unos meses, cuando mi amiga Alas me comentó que realizaba regresiones, le tuve que pedir que me lo explicara para comprender cómo funciona una regresión, sobre todo, como forma alternativa a hacer terapia.

Palabras como entrar al interior, conectarse, ver el pasado, presente… Me contaba como pueden tratarse traumas y miedos que tenemos inconscientemente, lo mío, lo confieso era pura curiosidad. Curiosidad que según avanzaba la explicación creía más y más. Yo no buscaba respuestas, no buscaba sanar una pérdida, perdonar a una persona, ocuparme de algún trauma, no, yo buscaba saber.

Al no tener ningún trauma, Alas me indicó que sería bonito ir al momento del parto, el momento en que nací. Y así fue.

Por ello, cuando entré en su gabinete para realizar la sesión, no tuve miedo ni angustia. No tenía experiencia previa en ninguna práctica alternativa, así que, simplemente, esperé.

Realmente no recuerdo cuánto duro la sesión, ¿una hora, dos?, pasó todo tan rápido y fue tan agradable la misma, que no lo recuerdo bien. En un primer momento, tocamos algunos aspectos de mi vida, según iban atándose una pregunta con una respuesta sucesivamente. Desde mis vínculos familiares conflictivos, mis parejas sentimentales, mis experiencias laborales, en fin, una conversación que puedes tener con tu mejor amiga y una infusión en medio.

Después, me pidió que me tumbara, el lugar lo recuerdo como un espacio relajado y silencioso, me tapé con una manta y cuando quise darme cuenta, la calmada voz de Alas llamaba mi atención y me encontré en sus manos; mi mente, estaba para ella. Busqué la luz brillante que entraba por mis pies, que se hacía lentamente con todo mi cuerpo, subiendo hasta mi cabeza. Realmente, sentí como si estuviera flotando, con mucha paz interior y mucha calma, como si no pesara nada y la mente estuviera en blanco.

Fue todo tan fácil que me parecía incluso, que no lo estaba haciendo bien, que estaba como simulando, pero no, estaba dentro de una intensa relajación.

La capacidad que tuvo mi amiga Alas para que mi cuerpo dejara de responder por sí solo, me sorprendió muchísimo. Estaba tan y tan relajada… Una vez ahí, sumida en esa intensa relajación, comenzó a guiarme, y a permitirme que mi cabeza y mi imaginación fluyeran enlazándome con sus palabras. Sentí su voz, tranquila y sus manos, sus cálidas manos.

Estábamos en algún momento de mi infancia, en la primera vivienda que mis padres tuvieron, en la que vivíamos con mis tíos… Sólo veía a mi hermana; el resto: mi otra hermana y hermano menores, aún no estaban con nosotras. Vi un hogar confortable, lleno de amor y felicidad. Me dejé llevar por la imaginación, sin pensar demasiado.

Íbamos y veníamos, por ese espacio de tiempo pasado; a partir de ese momento, Alas me fue guiando: “¿Dónde estás ahora?”, “¿Con quién?”, “¿Cómo eres?”, “¿Qué edad tienes?”. Mi mente me dijo que estaba con mi padre, un padre joven que había dejado de ver hace años, ahora tiene 82 años; un padre divertido que jugaba con nosotras. Me fijé en él y ¡vi que tenía raya en medio en su pelo!

Recuerdo que dije: “Pero si mi padre no tiene raya en medio en la cabeza, se la quitó hace muchos años”. Además, yo no le recordaba de cuando era tan joven, ¡hasta ahora! Me hizo mucha ilusión, me hizo reír mucho ver a mi padre así.

Posteriormente, cuando tuve oportunidad de hablar con mi padre me explicó cómo si tuvo un peinado con raya en medio, era porque tuvo un sebo grande en la cabeza que no le permitía tener otro peinado… hasta que se operó y se lo quitó y se quedó como siempre le he conocido yo.

El caso es, que todos los lugares que visité estaban cargados de amor, y así yo me sentía, tranquila, serena y amada. Pude oír a mi hermana mayor, cómo lloraba, siempre lloraba, creí recordar…

Nuevamente nos movimos de tiempo, y de repente buscamos el parto, en el momento que nací. No me lo podía creer, pero estaba tan sumida en ese estado de relajación, de hipnosis quizás, que me acuerdo que le indiqué que estaba caliente, estaba flotando y, de repente, como que me empecé a dar golpes o sentir dolor en la cabeza, en la frente. No podía, en ese momento, interpretar qué era lo que estaba pasando… Sin embargo, un poco después, me dí cuenta de que era el momento que estaba sacando la cabeza a esta vida … me llené de calor, la sangre de mi madre me aportaba ese calor, en la cabeza, en mi cuerpo cuando ya salí de ella y me abrazó.

Sin duda, una experiencia muy recomendable, yo aprendí a recordar, a no olvidar cosas que son importantes, y tenerlas en cuenta. Aprendí a sentir el amor, que mueve todas nuestras acciones, el amor de la familia, de la vida, de la existencia misma…. El amor es el motor de la vida.

Mi amiga Alas me ayudó a no olvidar, saciando mi curiosidad.

Maite Bravo, de Vitoria-Gasteiz.

Conocí a Alas en Casa Saluz, casa amiga y sitio de descanso, en el retiro de fin de semana sobre mediumnidad y espiritualidad que impartió en otoño de 2020. Se titulaba Más Allá de la Muerte y tratamos temas de No Dualidad y de trascender el miedo a la muerte. Disfruté, aprendí y abrí mi corazón al grupo.

Cuando acabó el taller, me ofreció, como facilitadora, una nueva experiencia, hacer una Regresión. La hice y sentí una vivencia agradable y diferente. En ella sentí con certeza que mi propio empoderamiento es mi camino de luz 🌟

Recomiendo ambas experiencias, el retiro y las regresiones, siempre y cuando se resuene con los temas y, la vida se entienda como experimentación a encontrar un camino con propósito y sin miedo…🕉️

Cristina, de Vitoria-Gasteiz.

Me llamo María José, tengo 58 años y estoy haciendo terapia con Alas Múgica. Debido a la distancia hacemos las sesiones vía Zoom y están resultando más fáciles y próximas de lo esperado; lo cual puede ser una ayuda, en determinadas circunstancias.

Además, siempre se la puede encontrar, es muy cercana y generosa lo cual a mí me genera bienestar.

Acabo de empezar con las sesiones individuales y me cuesta identificar la evolución pero, veo cambios en dos temas:

  • pongo conciencia y respeto más mis necesidades respecto a los demás, apartándome de los conflictos que no tienen que ver conmigo.
  • la calidad de sueño ha mejorado a través de un protocolo que me ha enseñado.

Se lo recomiendo a cualquiera, sobretodo a quien esté desencantad@ de una terapia «académica».

María José, de Barcelona.

A raíz de una depresión, y de que me daba cuenta de que mi comportamiento estaba afectando a mi hijo, un niño pequeño, decidí buscar ayuda. Mediante un programa de Facebook, escuché a la Sra. Alazne en una entrevista, y decidí contactarla para ver si mediante los Registros Akáshicos ella podía ayudarme. Y me ayudó. Vio enseguida mi trauma, sin que yo le dijera nada.

Así, que desde el mes de mayo he estado en consulta con ella, a través de regresiones y terapia. He evolucionado bastante en mi depresión y síndrome post traumático que arrastraba desde niña. También, he aprendido a manejar situaciones de las cuales no tenía la madurez emocional suficiente para manejarlas.

Agradezco a Dios por haber coincidido con ella y a Alazne por haberme enseñado a ver mi vida desde otra perspectiva.🙏🏻🥰

Nélida Sánchez, mexicana residente en Atlanta.

Me llamo Jacinta (pseudónimo) y tengo 62 años. Conocí a Alas en un taller de Mediumnidad y Registros Akáshicos. De alguna manera, conecté con su técnica y, en enero de 2021, comencé terapia con ella.

Me diagnosticaron artritis hace mucho años. Eso producía fuertes dolores articulares y pérdida de flexibilidad. He mejorado mucho, en lo emocional y también en lo físico: tengo muchos menos dolores y he aprendido a sentir mis emociones limitantes y responder de otra manera ante las experiencias de la vida.

De igual manera, he bajado mi necesidad de juzgar y, me siento más compasiva y comprensiva.

Estoy agradecida, tengo más herramientas y menos agresividad para responder a los retos diarios. Recomiendo un acompañamiento con Alas, no sólo para problemas graves, sino también para aprender a ser más conscientes y responsables en todos los actos de la vida cotidiana. Gracias Alas, ¡Encantada de haberte conocido!

Jacinta (pseudónimo), de Vitoria-Gasteiz.

Llevaba tiempo queriendo saber sobre los Registros Akáshicos y tuve la ocasion de introducirme en el tema de la mano de Alas. Con su tacto, su sencillez y su dulzura, también me fue muy enriquecedor hacer una regresión con ella. Algunas facetas de mi vida cogieron sentido, como cuando, después de mucho tiempo, unas piezas de un puzle que no encajaban, encuentran milagrosamente su lugar. Cierta «inquietud interna» desapareció, haciendo mi vida más coherente y tranquila.

Gracias

MariFran. Enfermera.

Fui a donde Alazne porque llevaba meses muy cansada y años cansada y, en un mes, casi no estoy cansada y he podido empezar a hacer deporte que llevaba años sin poder practicarlo. Y, cuando estoy cansada, ya sé por qué es y, utilizando las herramientas que Alazne me ofrece, vuelvo a estar con más energía en poco tiempo.

Andrea

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