Revive tu pasado para sanar tu presente

Si fuéramos conscientes del origen de nuestro sufrimiento, sabríamos dejar de sufrir.

Darnos cuenta de lo que estamos sintiendo y de la causa de esas emociones son el primer paso para recuperar el equilibrio, para aprender a ser felices. Es un viaje de sanación maravilloso.

Cuando te alteras de una forma exagerada o desproporcionada al suceso que ha despertado esa emoción, date cuenta de que la emoción estaba en ti y que el suceso ha activado esa emoción para que te hagas consciente de lo que pasa dentro de ti. Podrías interpretar que el suceso es una excusa para que despiertes a la realidad de los verdaderos sentimientos que anidan en el inconsciente, en el fondo de tu corazón.

En algún momento del pasado, algo desencadenó unas emociones desagradables, como miedo, angustia, tristeza, sentirse rechazada o abusada y, en aquel momento, tuviste que relegar todo eso a un segundo plano para responder a la situación y salir bien parada. Todo ese dolor emocional se quedó ahí, en el inconsciente y clama a gritos para que te hagas consciente de ese dolor, lo atiendas y lo liberes. Podríamos decir que cada vez que reaccionas de forma desproporcionada ante una situación o una persona en concreto, estás reviviendo lo que sentiste la primera vez que pasó y que no recuerdas. Esto es, “estás en regresión”. Así de sencillo.

De este modo, el suceso actual es una “excusa” para que puedas sentir lo que estás sintiendo y en realidad el suceso no es la causa de tu reacción. Podríamos decir que la vida te ha regalado ese suceso para que tu inconsciente pueda expresarse.

Todas las personas tenemos traumas o bloqueos generados hace mucho tiempo, en un momento en que no supimos integrar esa experiencia y nos quedamos ahí, ancladas a ese sufrimiento.

La liberación y sanación de ese dolor emocional empieza por tomar consciencia de que estamos reaccionando involuntariamente, que nos estamos dejando llevar por unas emociones espontáneas que nos hacen sufrir. Pongamos un ejemplo: de niñas y niños, todas las personas nos hemos sentido rechazadas en algún momento, incluso en la infancia más perfecta que puedas imaginar. Forma parte de la vida, en algún momento nuestra demanda de amor y atención permanente no pudo ser atendida y se abrió una herida emocional.

Quizás, cuando tenías seis años, quisiste unos zapatos nuevos para tu cumpleaños, pero te regalaron cuadernos y bolígrafos. Te sentiste profundamente rechazada, no atendida en tus deseos.

Y ahora, persona adulta, no sabes recibir regalos porque nunca aciertan a regalarte algo que realmente te emocione.

Es la forma en que tu niña herida, tu niño herido, expresa aquel dolor emocional de no haber sido agasajado con lo que realmente quería.

Ese sufrimiento todavía necesita expresarse, pero como no somos conscientes de él, la vida nos muestra situaciones donde poder sentir todo ese malestar, miedo o confusión, una y otra vez. Volver a esos momentos que son la causa de ese dolor emocional, fobia, trauma, bloqueo o creencia limitante es el objetivo de la regresión terapéutica: regresar a aquel momento lejano, que no recordamos, o que recordamos vagamente, para agotar la experiencia.

En un estado de relajación profunda, podrás acceder al suceso original que provocó por primera vez el dolor emocional del que comienzas a ser conscientes. En ese estado de supre-consciencia, podrás recordar los sucesos antiguos, incluso los recuerdos olvidados, y sentirlos con total intensidad. Esto te permitirá agotar la experiencia y recibir su enseñanza, comprender todos los matices de aquella experiencia, aceptar los hechos e integrarlos en la vida actual. No se trata de recordar y narrar lo que nos acordamos de un modo consciente, de volver a contar lo que tantas veces nos hemos contado.

Se trata de vivenciar de nuevo sucesos concretos del pasado para darte cuenta de todos los matices de aquella experiencia y que tu alma exprese todo lo que conscientemente todavía no conoces.

Cuando haces una regresión, a veces los recuerdos que vienen a tu mente no parecen de esta vida. Puede que sientas que eres hombre en vez de mujer, o viceversa. Durante la sesión, te iré llevando a diferentes momentos de esa vida para que comprendas lo que hiciste o lo que te hicieron, lo que hiciste con ello y lo que debes aprender de aquella experiencia para que sanes lo que tengas que sanar en tu vida actual, en el momento actual. Realmente no importa que creas o no en las vidas pasadas.

En una regresión a una vida pasada recordamos vidas en otros cuerpos, en otros lugares. Pero puedes interpretarlo como si fuera un relato metafórico. No hace falta decidir si fue una vida pasada o un relato metafórico que tu inconsciente te está ofreciendo para que comprendas una situación, lo que importa es que la regresión suele ser sanadora y te ayuda a recuperar la paz y la serenidad aquí y ahora.

Y como todo en esta vida, hasta no tener una experiencia directa de lo que es hacer una regresión, no podrás saber lo que es. Te animo a usar esta poderosa herramienta para sanar los conflictos o bloqueos que tengas aquí y ahora.

Traigamos a la luz las oscuridades que nublan tu presente.

Puede que también te interese:

Abrir chat
1
¿puedo ayudarte?
Hola, ¿puedo ayudarte?